El rol de víctima, o victimismo, es la tendencia a considerarse víctima o hacerse pasar por tal. Quien lo desempeña, simula sufrir una agresión o menoscabo inexistente y responsabiliza de ello al entorno o a los demás. Es un mecanismo de defensa aprendido a través de la práctica de hábitos mentales adquiridos por observación o por enseñanza, que responden a posibles situaciones de malestar que no se desea afrontar o resolver sanamente, generalmente porque ello requiere esfuerzos personales y asunción de responsabilidad.
«La primera elección que hay que realizar con el fin de salir del rol de víctima es la de dejar de darte a ti mismo y, a los demás, un mal rato, y empezar a alimentarte a todos los niveles: corporal, mental, emocional y espiritualmente.» (Luis Proto)