En Un cuento de Navidad, el amargado, avaro y aislado Ebenezer Scrooge tiene una visión que lo enfrenta a su pasado (de dónde viene), le explica su presente (en dónde está) y le anticipa su futuro (lo que le espera). Al descubrir sus emociones y sentimientos, Scrooge se reencuentra con el amor por sí mismo y los demás, lo que le permite empezar a sanar internamente y brindar de su abundancia material y espiritual a otros. Esa noche, aprende el significado de la empatía.
La empatía es la capacidad de sintonizarnos con las emociones, vivencias y pensamientos de las otras personas, lo cual solo es posible cuando conocemos nuestras propias necesidades emocionales a través de la autoconciencia y el autoconocimiento. Sin embargo, «ponerse en los zapatos del otro» no significa justificarlo, sino comprenderlo, y el grado de comprensión en cada individuo varía según se considere importante satisfacer las necesidades propias. La falta de empatía suele obedecer a la poca importancia que damos al examen de lo que conlleva tal satisfacción.
La capacidad de sintonizarnos con los demás y comprenderlos es trascendental, porque todos somos seres humanos y estamos vinculados con ese otro, que podría ser yo, en el camino de la vida.