Grupos de apoyo

Niños

“Sanando Corazones”
Niños de 6 a 11 años

La muerte es un proceso natural, y, como tal, debemos referirnos a él desde la infancia. En nuestra calidad de adultos y, en especial, de madres y padres, deseamos proteger a nuestros hijos de las experiencias dolorosas, y la muerte de un ser querido es la más dolorosa de todas. Como la muerte forma parte de la vida, es inevitable que en algún momento los niños terminen topándose con ella. Ser capaz de comprender la muerte, de atravesar las etapas del duelo de una manera sana, y seguir viviendo con eficacia, es esencial para el bienestar del niño.

Los padres en algunos momentos reprimen sus sentimientos ya que manejan la creencia de que si muestran sus emociones pueden empeorar el dolor de sus hijos. Los hijos por otro lado pueden tener la misma actitud protectora hacia ellos, pueden mostrarse resistentes a compartir su dolor por no querer preocuparlos más de lo que están.

Un grupo de apoyo como este ayuda al niño a expresar sus emociones abiertamente y a recibir apoyo de otros niños que también están pasando por un proceso de duelo. Aprenden que no son los únicos que sufren tras la muerte de un ser querido.

Una de las tareas del duelo es que entren personas nuevas en la propia vida y permitirse a sí mismo formar nuevas relaciones. Las amistades que surgen entre los miembros de estos grupos y que continúan más allá de la vida del grupo son pasos pequeños pero importantes en el proceso general de curación que estamos intentando facilitar mediante nuestro trabajo de asesoramiento.

OBJETIVOS

  • Crear un espacio para que los niños puedan compartir sus sentimientos y vivencias que les ayuden a sanar las heridas debido a la pérdida de un ser querido.
  • Brindar un apoyo emocional convirtiéndose en escuchas y acompañantes de la experiencia de pérdida.
  • Compartir con otros niños que han experimentado la muerte de un ser querido.
  • Brindar información acerca del duelo a los niños afín de facilitarles una mayor comprensión y expresión de sus propias emociones.
  • Facilitar a los niños alternativas para expresar su dolor de una manera positiva.