Es un desequilibrio psicofisiológico ocasionado por demandas ambientales, laborales, psicológicas y sociales que sobrepasan nuestra capacidad de respuesta. Su mala gestión ocasiona problemas que afectan la salud, la vida social y la capacidad de trabajo.
Los signos de advertencia del estrés comprenden cualquiera, varias o todas las cinco categorías que integran al ser humano: espiritual, social, emocional, cognitiva y física. Por ende, su tratamiento y manejo adecuado ha de ser integral, procurando el crecimiento personal a través del desarrollo de habilidades para enfrentar exitosamente los retos cotidianos.