Las escuelas son establecimientos únicos para la formación emocional, al menos por dos razones. La primera es que las escuelas son las únicas instituciones avaladas por la sociedad para tener un contacto cotidiano con los estudiantes, de manera usual en seis horas o más al día, en por lo menos nueve meses durante cada año. Los estudiantes pasan tanto tiempo con sus maestros y compañeros de clase en la escuela como con sus propias familias. Esto significa que el personal de la escuela tiene la adecuada oportunidad para darse cuenta de que un estudiante está en crisis o atraviesa dificultades en el manejo de sus emociones, y así, en virtud de su contacto continuo, ayudarlo a elaborar las pérdidas y, o crisis que esté enfrentando.
Además de la cercanía física, y las oportunidades para la intervención que la acompañan, existe una sorprendente compatibilidad entre las metas de las instituciones educativas y aquellas que ofrecen servicios para crisis: ambas se encaminan hacia el crecimiento y desarrollo basados en el aprendizaje.
Talleres del Programa para el Sector Educativo (docentes y administrativos)
- Abandonando las Máscaras: Reconociendo Aspectos Ocultos de Nuestra Personalidad
- Conquistar el Miedo: Técnicas para Manejar la Ansiedad y el Temor
- Estrés: Cómo Trabajar Productivamente sin Desgastarse en el Intento (Evaluación del Burn Out)
- Conviviendo con Dragones: Aprendiendo a Gerenciar el Enojo
- La Culpa que nos Domina
- La Comunicación Empática: Técnicas para Mejorar la Comunicación Interpersonal
- El Arte de la Dignidad: Aprendiendo a Ser Asertivo
- Aprender de las Pérdidas
- Intervención en Crisis por Pérdida y Duelo en el Contexto Escolar
- Construyendo Mañanas: Elaborar Metas y Proyectos de Vida