El duelo migratorio es aquel que experimenta una persona que dejó atrás su país en un determinado momento de su vida, por cualquier tipo de circunstancia. Una experiencia que le provoca cambios en su cerebro (adaptaciones emocionales y cognitivas), que son necesarios para ayudarla a adaptarse a su nueva realidad.
Verse en un lugar completamente desconocido, sin sus familiares y seres queridos puede significar experimentar una fuerte pérdida. Si a esto se le suman las nuevas costumbres, idioma y reglas de vida completamente distintas que deberá afrontar de ahora en adelante; el duelo puede ser aún mayor.
Un duelo migratorio puede desencadenar problemas en la salud, y pueden iniciar con síntomas como la pérdida del apetito, ansiedad y problemas del sueño. También experimentan cambios en sus emociones y en algunos casos llegan a sentir tristeza o rabia.
Para afrontar el duelo migratorio de la mejor manera posible es necesario:
- Ver esa nueva experiencia como un reto o una oportunidad: enfocarse en las cosas nuevas por aprender y en las oportunidades, y no en todo lo que se dejó atrás, será indispensable.
- No idealizar el país que te recibió: si no cumple con todas las expectativas que tenías, esto puede hacer que el duelo ses más intenso. Debes tener claro que es normal que se presenten obstáculos en el camino, para que no sufras una gran decepción.
- Normalizar la situación y aceptar tus emociones: emigrar es más común de lo que pensamos y ha existido desde tiempos inmemoriales. Extrañar la tierra así como a todos tus seres queridos es completamente normal. Sentir nostalgia y tristeza es parte del proceso.
- Integrarte y buscar el apoyo social: crear vínculos con nuevas personas será determinante para tu nueva vida y para tu bienestar emocional. Que te relaciones con los demás hará que conozcas más el lugar, sus costumbres y logres adaptarte más fácilmente.